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Oshosi



Breve inroduccion
La tradición más antigua dice que Oshosi es el espíritu del rastreador, el que exploro a igbó (el bosque, en Cuba el monte) para que Oggún, el espíritu del hierro, despejara un sendero. Oshosi es conocido entre los orishas como el más grande de los cazadores, porque es osó-igbo, es decir, el mago del bosque. Oshosi es el proveedor de alimentos de su familia y su aldea. Es quien enseña además el secreto de la caza a aquellos cuyo destino es rastrear la presa en el monte
Origen y significado
En la tradición histórica se dice que Oshosi fue rey de Ketu, una región histórica en lo que es ahora la República de Benin. Su nombre proviene del yoruba «Osóssí», que lo componen tres palabras: «Osó», cuyo significado es «brujo» y «Sísé», que quiere decir «hacer trabajo» y «», que significa «para». De manera que literalmente es: «El que trabaja con (para) la brujería».
Caracteristicas e Historia
Oshosi es una de las deidades de la religión yoruba. Se considera a Oshosi mago y brujo. Es el orisha de la caza y el que protege a los que tienen problemas con la justicia.
Se ubica en el grupo de los orishas guerreros (oddé), que se reciben en la primera consagración del devoto de la Regla de Osha-Ifá. Se considera que Oshosi es el dios de la cárcel y el que ayuda a que la persona a salir victoriosa de la misma.
Oshosi es además el dueño del arco y la flecha, así como de todos los instrumentos de caza. Es la inventiva, la inteligencia y dueño también de la cacería en los montes de esta vida. Es el protector del fugitivo y sustentador del hambriento.
Convierte en polvo a las rejas de la cárcel. Es ágil, valiente y astuto, amigo de Osain, a quien pidió el conocimiento de todas las hierbas del monte; es decir, de los palos, árboles, arbustos, hojas y bejucos. Es por esta razón que se dice que también es mago y brujo.
El es justiciero divino. Según la tradición, no se le pide favores contra nadie, a menos que sea un asunto de la justicia; pero si la persona que pide su favor es injusta, Oshosi no obrará para bien, sino para castigo de esa persona.
Es el mejor cazador y conoce el nombre de todas las aves. Tiene además una puntería perfecta, por lo que su flecha siempre acierta en el blanco. Oshosi vive en el monte y es un excelente pescador y cazador. También es mago, vidente con poderes chamánicos y guerrero. Es el señor de la justicia y patrón de los que tienen problemas con la ley.
El símbolo de Oshosi es una ballesta y una flecha. Sus herramientas incluyen tres flechas, igual cantidad de perros de caza, un espejito, un pedazo de cuerno de ciervo, un bisturí y un gancho de pesca, por lo que su protección es importante para las personas sometidas a cirugía.
También es el dueño de todo tipo de aves de caza, como los halcones. Se ocupa, además, de la vida silvestre en general. Algunos informantes dicen que es el patrón de los que trabajan con los perros y toma medidas con los que maltratan a estos animales.
Es importante decir que aquella persona que pida justicia a Oshosi, debe estar seguro que tiene toda la razón y él la entregará rápidamente. En otras palabras, alguien que ha sido acusado falsamente o está siendo víctima de un delincuente, puede pedir la intervención Oshosi y él entregará justicia rápida. Por lo regular, el ebbó de Oshosi se deja frente a la cárcel o juzgado.
Los colores de Oshosi son el coral y el azul. Su collar es generalmente azul y amarillo, aunque a veces combinan cuentas verdes, coral o ámbar. No obstante, existe otra versión, un una ligera variación que dice que su color es el azul y los collares se confeccionan con cuentas azules y coral que se alternan, y en algunos casos se alternan siete cuentas azules y siete amarillas, como relata uno de los patakíes.
El traje de Oshosi combina prendas de Elegguá y Oggún. Sus colores son púrpura claro o lila. El bolso que lleva en el hombro y el gorro se hacen de piel de tigre. A este atuendo se le agregan un arco y una flecha.
Sus números son 3, 4 y 7. Sin embargo, hay quienes dicen que su número es el 3 y sus múltiplos. Los días de atención son lunes, martes o miércoles y el cuarto día de cada mes, aunque esto depende de si se recibe junto con Oggún o solo como asiento. Se le saluda diciendo:
« ¡Oshosi Odde Mata!»
En Nigeria se considera que Oshosi es hijo de Oduduwa, mientras que en Cuba lo ubican como hijo de Obbatalá y Yembó o Yemú (la primera Yemayá). Es el esposo de Oshún con quien tuvo a Logun Ede. Sus hermanos son Changó, Osain y Oggún.
Es el pensamiento que es capaz de trasladarse a cualquier sitio o a cualquier tiempo y capturar o coger algo, y está relacionado especialmente con Oggún. Luego de hacer un pacto en la casa de Orula siempre acompaña a Oggún. Desde ese instante, los dos convinieron en que serían inseparables y que entre los dos se establecía una relación estrecha y que serían necesarios el uno para con el otro, y que separados no serían nadie.
Es por ello que normalmente Oshosi vive con Oggun, pero si se recibe como orisha olorí (que se asienta), se separan. Algo similar sucede si se recibe la mano de caracoles y su collar por Itá. En estos casos y como dueño del monte y de la caza que es, la otá (piedra) de Oshosi se debe recoger allí. Los objetos de poder de Oshosi son el arco, la flecha y la jaula.
Antes de coronar Oshosi, como ya se dijo anteriormente, la persona debe haber recibido a los orishas guerreros y después durante la coronación debe recibir los siguientes oshas y orishas: Oshosi, Elegguá, Oggún, Obbatalá, Oke, Yemayá, Shangó, Ogué, Oshún y Oyá.
Oshosi vive con Oggún en un caldero de hierro, que se pone al lado de Elegguá, cerca de la entrada interior de la casa. Esto es cuando están juntos, pero si va solo como olorí, la vasija es una cazuela de barro poco profunda y sus herramientas son lanzas, arcos, flechas, rifles, trampas, dos perros hechos de metal, un sombrero de piel, un saco de piel de animal, pólvora, artes de pesca, tarros de venado trofeos de caza, un tridente en forma de flecha grande, tres acofá, un espejo pequeño, una espada, un pájaro, un maja, un machete, una paloma y un cuchillo.
La unión de Oshosi y Oggún, juntos en el mismo caldero de metal, es una fortaleza ante la vida. Aunque a Oshosi se le consagra los lunes, cuando vive con Oggún, se les atiende los martes. Para ello se sopla ron o aguardiente y humo de tabaco sobre ellos, se les echa encima miel. Igualmente se rocían con maíz tostado y pescado y jutía ahumados. Con esto se puede obtener la ayuda y favores que necesitamos.
No hay necesidad de arrodillarse para atender a Oshosi y Oggún ese día único día de la semana, basta con encender una vela delante de ellos. Oshosi forma una trilogía con Oggún y Elegguá.
A Oshosi se le ofrendan legumbres, zapote, ateje, helecho macho de río, bledo colorado cilantro, lino de río, mijo, alpiste, ñame, anís, aguardiente, tabaco, pájaros cazados y yuca. Se le sacrifican gallos, chivos, pollos codornices, venados, palomas, gallinas de Guinea y jutías.
También se le pueden ofrendar frutas tropicales, ñame asado, maíz en grano tostado o mazorcas asadas, maíz hervido en mazorcas, pescado ahumado o asado, akara (fritura de frijol carita), frijol carita remojado y tostado, pargo frito, gofio de trigo y de maíz, palanquetas (dulce seco en forma de barra) de frijoles carita, carne de res asada, boniato asado, miel, melado de caña, uvas moradas y dulce de coco prieto.
Las ofrendas a Oshosi se dejan entre tres y siete días, pero se debe confirmar dándole coco al orisha. También se le pregunta en qué lugar dejar el addimú.
Algunas de sus hierbas son la pata de gallina, la caña santa, la adormidera, el romerillo, la siempreviva, el anamú, la albahaca, el rompesaragüey, la atipolá, el peregún, la peonía, la verdolaga, el aguacate, la guayaba, la ceiba, el álamo, el algarrobo, el almácigo, la maravilla, la pendejera, la higuereta, el galán de noche y la ciruela.
A Oshosi se le ponen rositas de maíz o aovado con azúcar blanca, un huevo de gallina o pato y otro de gallina de Guinea. Se embarran con cascarilla, ron, manteca de corojo, miel de abeja y se les pasan a todas las personas de la casa. Luego los huevos se le ponen a Oshosi.
Se le dan también tres palomas carmelitas, tres pichones de gallina de Guinea y codorniz. Se rocían con licor de anís y se ponen arriba de Oshosi. Luego se envían para la manigua.
Los babalaos y santeros que tengan Oshosi deben machacar el aovado con azúcar blanca, ponérselo a Oshosi y después lo esparcen por la ciudad.
En caso de que haya un enemigo fuerte, que esté fustigándolo mucho en sus negocios o algún policía esté acosándolo, se toma a Oshosi y se le pone un pescado fresco, se le introduce en la boca un papelito con el nombre de esa persona, le mete tres alfileres y se lo pone todo a Oshosi con alpiste, jutía, pescado, manteca de corojo, cacao y se cubre con hierba espartillo y hierba fina. Se le dan también tres jio jio, se le encienden tres velas. Luego, se lleva a Oshosi a la manigua.
Cuando Oshosi se hace presente, la persona baila siempre imitando estar lanzando una flecha con un arco. También puede representar la persecución del cazador tras su presa, grita, salta y hace piruetas en el aire con su arco y flechas en las manos.
Oshosi habla por Eyioko (2) en los caracoles y también en el oráculo del coco cuando estos forman la punta de una flecha; es decir, uno cercano y tr📷es juntos alejados asemejando la punta de la flecha, como muestra la imagen:
Se le invoca con este rezo:
«Ikepe minu adura. Ai ku Baba wa».
Los signos en el coco son estos:
Alafia: Oshosi dice que se adelante, que así como está van a sufrir sus enemigos, mientras que usted, con su paso recto y limpio, va adelante. Que no tenga miedo que él estará a su lado, que lo invoque y que el triunfo es suyo en eso que va a emprender. Que le prenda una vela a los guerreros y le dé un poco de aguardiente de caña.
Itawa: Oshosi dice que tiene que rogarse la cabeza tres veces al año y atender a los guerreros porque siempre en su camino hay algo más.
Eyeife: Oshosi dice que no tenga miedo, que él le ayudará a salir de sus problemas. Oshosi le ofrece algo a los guerreros para que ayuden en sus limpios propósitos.
Okana: Oshosi dice que se aparte de los males inesperados, que los tropiezos son duros y los enemigos muchos, pero que todo esto se debe a su propia culpa y a su forma de actuar y no es culpa de sus enemigos. Que debe aferrarse y guardarse un poco más en sus pasos y que hasta los suyos tienen malos ojos para usted y le tronchan las oportunidades.
Oyekun: Oshosi dice que eggún le frena ir adelante, que el muerto está atravesado en el medio solicitándole ayuda para indicarle sobre una oportunidad de desahogo para usted. Inmediatamente de hacerle misa al muerto, ruéguese la cabeza con una paloma blanca e invoque el nombre de Obbatalá.
Caminos de Oshosi
Oshosi Móta: defiende el territorio y para ello caza sus enemigos tanto espirituales como materiales.
Oshosi Kayoshosi: mantiene al pueblo contento, porque gracias a su vigilancia ningún ladrón está a salvo de este guardián. Calma las discusiones y los disturbios. Vence los problemas.
Oshosi Alé: protege el territorio. Caza a las brujas durante la noche, a los muertos oscuros y a la gente malintencionada.
Oshosi Marundé: es cazador, un gran médico y guerrero. Saber al dedillo muchas hierbas con las que curar enfermedades y aparta las dolencias.
Oshosi Ibualámo: es gran cazador y también magnifico pescador. Mora en los lugares profundos del río. Entre sus instrumentos figuran arco, flecha y un látigo.
Oshosi Otín: se considera femenino, sin embargo, tiene su contrapartida masculina en otros caminos de éste. Posee las mismas virtudes y características. Otín es una magnífica cazadora y siempre anda con Oshosi, su marido y hermano gemelo.
Oshosi Onilé: exhibe supremacía porque, como su nombre dice, es el dueño la casa y del terreno en los que los demás se asientan. Se representa como el primer cazador, que fundó ciudad y vuelve ahora con bendiciones.
Hay versiones que plantean que existen estos otros caminos: Oshosi Abedi, Oshosi Bi, Oshosi Gurumujo, Oshosi Odde, Oshosi Odde mata, Oshosi Ode Ode, Oshosi Buró, Oshosi Belujá, Oshosi Bomi, Oshosi Kadina, Oshosi Biladé, Oshosi Molé, Oshosi Tundé, Oshosi Omialé, Oshosi Deyí, Oshosi De, Oshosi Tofáo y Oshosi Elefaburú.
Sin embargo, también se plantea que algunos de los caminos anteriores son nombres que se la da a Oshosi cuando se recibe como orisha de cabecera. Entre estos nombres figuran: Oshosi Adebi, Oshosi Bi, Oshosi Gurumiyo, Oshosi Ode, Oshosi Odemata (deidad de la cacería y dueño de los animales silvestres) y Oshosi Odeode. Sin embargo, cuando se recibe como Adimú no se le pone nombre.
Rezos a Oshosi
A continuación uno de los rezos a Oshosi en yoruba. Se debe precisar que la rogativa se ha trascripto una pronunciación aproximada, por lo que deben decirse consonantes y vocales en su totalidad. El suyere es la parte que se puede cantar:
Ode mata, tamata fi buru, OshosiSuyere:
Yakuo, ode chawelé
Yakuo, ode chawelé
Ochani wewe okonide
Obarena eriki yana
Wakele, Wakele
Ode chawelé, ode chawelé
Wakele, Wakele
Ode chawelé, ode chawelé
Awaroko oti osa
Oni bebe, oni bebe
Ochami bebe okoni be
Obarena eriki yana
En coro:
Yakuo, ode chawelé
Yakuo, ode chawelé
Ochami wewe okonide
Obarena eriki yana
Los hijos de Oshosi son rápidos, inteligentes, despiertos a cualquier señal, siempre están en alerta ante las oportunidades y llevan la iniciativa. También son protectores, hospitalarios y amantes de la familia aunque la misma, en ocasiones, sufra por su forma de ser errante, inestable y bohemia.
Son además ágiles físicamente y tienen excelentes reflejos. Son agudos y atentos. Les encanta el cambio y las nuevas aventuras. A veces tienen deseos de pasear, pero por lo general gozan de la vida familiar y son hospitalarios con los demás. También son fieles y verdaderos.
Sincretización & Obras de Ochosi
En el sincretismo católico se identifica con san Norberto, que celebra su festividad el 6 de junio, pero también se identifica con san Alberto Magno, cuya celebración es el 15 de noviembre y en Santiago de Cuba se asocia con Santiago el Mayor, cuya fiesta es el 25 de julio.
El iniciado de Oshosi
Cuando se saca al iniciado se coge la piedra, que se había colgado en el trono con jutía, pescado, frijoles carita con un hilo y aovado, y se baja el día del Itá. Al salir para la calle con el nombre que se le puso, se le da a la madrina este secreto para que lo coloque dentro de Inle, porque la llamada a Oshosi se hace a través de Inle.
Se debe coger un pilón de almendra y tallar un muñeco con esa madera. Este se carga con obi kola, erú, café, obi boro, osun, codorniz, cabezas de tojosa, chivo, gallina de Guinea, judío y 21 palos fuertes. El muñeco se entierra comiendo chivo, gallo y gallina de Guinea. Luego se saca y se pone a vivir en el patio de la casa.
Hierbas de Oshosi
Mano poderosa, peregún, cardo santo, jagüey, piñón africano, coralillo, alacrancillo, tuna, mango macho, prodigiosa, ítamo real, hierba fina, manajú, mangle rojo, aguinaldo blanco, zarza blanca y el mamoncillo.
Hierbas de Oshosi con las que se trabaja fuerte
Cuaba amarilla, tuatúa, romero de costa, dormidera, guaguasí, piñón africano, cuaba blanca, romerillo francés, incienso de costa, bejuco de canasta, hierba de la sangre y palo africano (ewe onu).
Aghe
Es el equivalente dahomeyano de Oshosi. La consagración de este bodun se hace en una ceremonia que lleva por nombre Latafofo, en la que la cabeza del chivo de Oshosi se ahúma y se pone en un plato y se coloca en el trono del iniciado. A esto se le denomina Gbate.
Antes de ejecutar el ritual, siete babalaos llevan el chivo al monte por cuatro horas. Cada uno debe llevar una hoja de peregún en la mano izquierda. Allí está en un árbol el iniciado, quien debe tener todo el cuerpo cubierto de adornos de guano y en una mano un racimo de corojo y otro de plátanos. En la cintura se pone un collar de maní tostado y a una espalda y dos gallinas de Guinea blanca. Entonces se le canta a Aghe y una Ahunse de Otanogosi lo trae a la casa. Allí se le da el chivo a Aghe.
Inshe Osain Ire (Amuleto o resguardo para la buena suerte) de Oshosi
Este Osain se hace en un tarro de chivo del que se le haya dado a Oshosi. Para ello lleva los siguientes ingredientes: raíces de perejil, maravilla y hierba fina, ciruela, pata de gallina, guanguere, escoba amarga, helecho fino con todas sus raíces, gungun de gunugun, cabezas de jutía macho, gallina de Guinea y codorniz, azúcar blanca, jutía, pescado, pimienta, cuentas de color ámbar, coral, punzó, azules y siete palos distintos. A este inshe se le da sangre de guineo.
Odde y Oshosi
Odde es el padre de Oshosi, esposo de Yemayá. Es el brujo y rey de los cazadores. Vive con Osain. A Odde le pertenecen 101 pájaros, pero en su carga se emplean solo 21 aves. Lleva diferentes raíces, pero no pueden faltar papa chayo, así como varias tierras y palos. Se monta en un muñeco que tiene la cabeza forrada de caracoles. Esta se remata con un frontil de venado con sus astas, además de dos tarros de buey.
En esta variante, Oshosi tiene por nombre Oluofosi y su esposa es Uja. Cuando este orisha es de cabecera debe montarlo un babalao y se debe fijar en una gran cazuela de barro sobre una masa de tierra de una cueva de cangrejo, eru, osun, obi kola, eku, pescado, siete hierbas de Oshosi, palos de manajú, papa chayo, piñón africano y caja. Siete piedras que se deben buscar en el monte y se debe preguntar si son Oshosi. Se ponen además minerales de todo tipo, azogue, cueros de tigre, león, hiena y venado; siete tierras de distintos lugares entre los que no puede faltar tierra de cementerio; raíz de ciguaraya; cabeza de perro y chivo; siete pimientas; jibá y jagüey.
En la cazuela se pinta la siguiente atena: Oshe Tura, Oshe Folokokana, signo del babalao, Okana Yeku, Okana Sa Bilari, Otura She y los 16 Meyi. Dentro se pone una mano de ikines y suficiente palo moruro.
El Oshosi será grande y portará dos lanzas que abran hacia los dos lados. Estas lanzas van cruzadas y soldadas a la flecha de Oshosi. Llevará como corona una cabeza de venado completa. Al montar esta deidad se le da codorniz a la cabeza y estas se quedan dentro de la cavidad de la cabeza de la figura y de la cabeza del venado. Lleva también dos revólveres a cada lado y trabajan de frente al igual que las dos lanzas. Luego, todo debe fijarse bien con cemento y se adorna alrededor con caracoles.
Una vez montado no se levanta más, a no ser que se le vaya a dar de comer. Le acompañan dos perros y un par de esposas, que ya hayan sido utilizadas. El cuerpo de las codornices se asa dándole cuenta. Este es un orisha poderosísimo. Se destapa solo cuando se lleva para que coma y se le da gallo, paloma, codorniz, conejo y todo tipo de aves. También se le puede ofrecer chivo, carnero y gallina de Guinea.
Cuando el santero va a hacer un Oshosi, lo primero que debe hacer es darle siete comidas al muerto y cuando vaya al entrar para darle de comer a Oshosi va con un gallo con bastante pólvora. Cuando el babalao le hace el ebbó de entrada, tiene que hacerlo al pie de un árbol.
Después tiene que ir a buscar la piedra que representa a Oshosi y así se le hace la ceremonia con el chivo. Debe venir con la carne colgada a la espalda y arrastrando la piedra que lleva amarrada a la cintura. Con posterioridad y durante siete días, el iniciado tiene que ir con su padrino a buscar las hierbas y una piedra grande, que sé preguntará si es su pilón.
El último día el iniciado tiene que venir corriendo y meterse en el trono, que debe ser hecho en el patio. Cuando se está en la consagración hay que lograr que por lo menos una hija de Oshún caiga en trance.
En el trono se cuelga la pata izquierda delantera ahumada, que se trajo del monte y un perro; se ponen además tres o 21 tipos de bebidas, sin que falten el licor de anís y aguardiente.
Se le da además un resguardo a la madrina que monta el trono. Este amuleto se colgará también en el trono. Este resguardo lo monta el babalao con anterioridad. En el trono también se colgará una flecha grande con su arco de hierro o acero que se entizará.
Lleva además un revólver y vive en la cazuela de Oshosi. Lleva ámbar y en ocasiones se le pone un caracol al final. Esto se debe preguntar si lo coge. Si fuera afirmativo, se deben poner más de tres caracoles.
Se le pone un collar de dos hilos con siete cuentas azules, igual cantidad de amarillas, corales y color ámbar. A veces se le coloca un caracol al final. Si así fuera, no deben pasar de tres. La manilla se hace de los mismos colores, pero solo se emplean tres cuentas de color ámbar. No lleva collar de mazo.
Lleva además un tarro de buey en forma de trompeta, un arco con dos flechas, un peso macho, otro arco con una flecha y dos flechas más (ver diagrama abajo). Se pone también un tarro de venado y se agrega a todo esto un bolso o cartera de piel de tigre o de venado, que se forra con cuentas y caracoles.
El delantal de Oshosi se hace de los mismos cueros y se carga con polvo de cabeza de codorniz, pescado y jutía, raspado de tarro de venado, cabeza de gallina de Guinea. Esta carga se pone en el centro del delantal en forma de bolsillo o bolsa, que vestirá con una mano de caracoles. Lleva también en su consagración tres jícaras con rositas de maíz y se pintan de rojo y negro.
Diagrama de las herramientas de un Oshosi de cabecera





Aclaración: El iniciado que se consagra en Oshosi se le saca a la calle todos los días.
El traje del iniciado en Oshosi se hace de la manera siguiente: Lleva una capa revestida por dentro en azul y en su exterior debe ser de piel de tigre o adornada con piel de tigre y cubierta de caracoles. Con las dos puntas de la capa que hacen nudos en el cuello.
El traje es de color café con franjas en azul y el cuello lleva caracoles de adorno. Esta prenda termina en la mitad de las piernas. La zona de los pies se debe pintar, de manera que simule un par de botas. Esto se hace con el mismo osun que fue a la cabeza del iniciado. Alrededor de la cintura se le pone un cintillo de guano con una faja de tela azul gruesa. Al adepto se le además un frontil de piel de venado con repleto de cuentas y caracoles. Lo mismo se hace con el collar.
El día antes de Itá se le da un gallo a las cuatro esquinas o se pregunta qué animal quiere comer. En ocasiones sólo come licor de anís u otra bebida. Esta se le da con jutía, aovado y pescado, y allí se le da además coco. Si es posible se le tiran tres tiros y sé quema un poco de pólvora. Luego se entonan tres cantos de Oshosi y se le llama bien.
En el trono debe haber un tronco de ciguaraya, guayaba o ciruela, que será su pilón. El iniciado tendrá una escopeta en la mano derecha y se pasará apuntando todo el tiempo a los que llegan a saludar el trono y a los que se encuentren presentes.
En el trono debe haber bastantes hierbas y hojas, tres pájaros y tres güiros. En uno de estos debe ponerse jutía, aovado y pescado; en otro, licor de anís y en el tercero, manteca de corojo. El trono tendrá también pájaros cazados, que deberán colgarse entre las hierbas. Se pondrá además una botella de aguardiente y un racimo de plátanos indios verdes. Si hay, se pondrá también una manzana, además de una jutía ahumada entera, una güira verde, un pescado ahumado y tabacos. Entre las hojas y hierbas se colgarán dos jaulas. En una de estas se colocarán tres codornices vivas y en la segunda, tres palomas rabiches o tres bijiritas o tres tomeguines.
El iniciado debe salir por sí mismo a botar su ebbó en el día de Itá. Llevará jutía, pescado, miel de abeja, aovado, licor de anís y una botella de agua. Puede ir acompañado de la segunda madrina de asiento a la manigua, porque cuando se llega a ese lugar hay que entonar tres cantos a Oshosi. Se le da todo lo que lleva el iniciado y se le da además un gallo a nombre de Oshosi. Esto se hace para presentar la casa del Osha. Se le da coco para ver si ebuarda.
Cuando finaliza esta ceremonia, el iniciado empieza a arrancar y recoger hierbas. Debe recolectar todas las que pueda para llevarlas de regreso a la casa de Osha. Cuando llega, el padrino dispara un tiro si es posible o quema pólvora como secreto. Esta acción la puede realizar el propio iniciado, si así lo desea.
Aclaración: Es importante saber bien el nombre que se le pone a este Osha: Odde, Iyaki Oshosi, Odei. En los casos de Odei u Odde, es el padre de Oshosi, y lleva en su carga como secreto principal: gungun leri ni Eggun, palo de jagüey, piel de tigre, jutía o curiel y 21 pájaros.
La víspera de los siete días, al hijo de Oshosi, se le da akuaro meta. Este es un orisha al que se le da de comer lo más que se pueda. Siempre debe estar encendido o con luz. Lleva una mano de caracoles grandes dentro de una cazuela de barro. Cada vez que se haga este Osha, debe haber por lo menos un hijo Oshosi que orísiguillo ko, fun Eleda.
Tres días antes de asentar este Osha, no se puede tener relaciones sexuales. Debe llevarlo y lavarlo un hombre, y si es mujer, la misma no puede estar en su periodo menstrual, deben haber pasado varios días.
Aclaración: El ebbó debe de hacerse bien para que no vaya preso. Es muy bueno, que cuando se haga el ebbó de tres meses, se le dan codornices a Oshosi. La víspera de los siete días se pregunta a Oshosi si desea que le den eyebale de tres palomas. Esto es insuperable. La víspera se le pueden dar también eyebale de dos palomas rabiches. Las flechas de Oshosi pueden forrarse de piel de tigre y adornarse con siete caracoles. Esto debe preguntarse.
Aparte de la cazuela montada, se coloca un lebrillo en el que se colocan las herramientas con siete piedras: una grande negra y seis amarillas, un peso macho (en Cuba, moneda de un peso en moneda nacional) y un tarro de buey que se utiliza para llamarlo.
Aclaración: Oshosi se cubre con piel de tigre, jutía o curiel, o un lienzo morado.
Como se monta Oshosi por Ifá (Hay similitudes con el apartado de Odde)
Este orisha lo monta el babalao. Cuando es de cabecera, se monta en una cazuelita mediana de barro o en una cazuela grande de barro. Va sobre una masa tierra de cueva de cangrejo con eru, obí kola, osun, jutía, pescado, venado, manteca de cacao, aguardiente, miel de abeja y siete tipos de hierbas de Oshosi, así como igual cantidad de palos de: caja, manajú, piñón africano, yaya, tengue, yamao o moruro, siete piedras del monte (seis piedras del camino), que van dentro de una piedra grande, que es la que sobresale del cemento y sirve de vestido a la cazuela de Oshosi. Estas piedras hay que ir a buscarlas al monte, con cuatro pedazos de coco y allí preguntar si son Oshosi y si comen con la cabeza del iniciado.
Oshosi lleva en su carga minerales de todo tipo, azogue, cueros de hiena, tigre, león y venado, así como siete pimientas, raíces de jibá y jagüey, una mano de ikines consagrada, cabezas de perro, gallina de Guinea, paloma de la que se le da eyebale a la carga. La cabeza, el corazón y los eleses van también en la carga.
Las cabezas de las codornices, de las que se le dan eyebale a la carga, así como las cabezas y corazones van también en la carga. Se ponen además siete vainas de pica pica, dos garras de tigre, siete tipos de aves y si se puede se le echan 21 tipos de pájaros. Entre estos no pueden faltar: el arriero, el zunzún, el azulejo, el negrito, el tomeguín, el cernícalo y el sijú.
La cabeza de paloma rabiche (la cabeza y el corazón van a la carga después de haberle dado eyebale a la misma), bastante pólvora, licor de anís, raspado de tarro de venado, tres caracoles, huevos de gallina o paloma, enteros o rotos, también van junto con la carga.
Se pone también un par de esposas que se hayan utilizado, un peso de plata y polvo de Orula rezado. Lleva siete clases de tierras y la principal es inle Yewá. En el fondo de la cazuela se deben pintar con cascarilla y osun naburu, una atena con los signos siguientes: Oshe Tura, oddun del babalao, del padrino y de la segunda madrina de asiento, así como Oshe Nilogbe, Oshé Bile, Okana Sa Bilari, Otura She y los dieciséis Meyis.
Oshosi lleva dos lanzas, que se abren hacia los lados, se cruzan y van soldadas. Lleva además tres flechas y como corona, una cabeza de venado con sus tarros, la que al montarla, sobre la carga, se le da eyebale de una de las tres codornices que se dan a la carga. Las cabezas de estas van dentro de la carga de la cazuela. Lleva también dos revólveres, los que se ponen uno a cada lado y trabajan de frente, al igual que las flechas. También se colocan dos manillas torcidas de hierro.
Luego de hacer todo esto, se fijan bien las piezas con cemento, el cual va ligado con polvos de Orula rezados con los oddún de rigor. También lleva omiero del que se usa para lavar las piezas de Oshosi, además de coco, obi motiwao, eru, osun y kola. Se adorna la pieza con una mano de 21 caracoles, que se ponen alrededor de la cazuela, por la parte superior de ella. Este Osha no se lava más después que se haya montado.
Aclaración: En el lavado de las piezas, hay que cantarle a Elegguá, Oggún y bastante a Oshosi.
Este orisha se monta con luna nueva. Esto es de suma importancia. Cuando se está montando no puede haber ninguna mujer por los alrededores, asunto al que hay que prestarle toda su atención. Tres días antes del montaje, ni el padrino ni el hijo de Oshosi pueden tener relaciones sexuales.
El día antes a la ceremonia de montaje se debe poner la ikoko con la carga descubierta todavía al sereno, de forma que la luna bañe con su frescura a esa carga. Al amanecer, bien temprano, se quita del sereno y se empieza a sellar y montar las piezas a la ikoko de Oshosi. Una vez que haya terminado el montaje, no se puede lavar más.
Antes de la eyebale de consagración hay que sacar a pasear al iniciado con Oshosi, quien lleva un tabaco encendido y bebe licor de anís. Debe pedir un trago de aguardiente y soplarlo a Oshosi. Después toma un poco y le hecha humo de tabaco allí mismo.
Al regreso a la casa, el padrino debe quemar pólvora a la entrada y se debe entrar en forma de procesión hasta el sitio donde se le va a dar la eyebale o Ile Bodun de consagración de Oshosi.
Luego se le da coco y posteriormente la eyebale, que se hace con los animales siguientes: un gallo o pollo cantón grande, cuya eyebale se le da a Elegguá; una gallina de Guinea, una jicotea, una paloma y tres codornices. Cuando finalice esta ceremonia, el iniciado compartirá a manera de brindis bastante aguardiente a los presentes.
Aclaración: Oshosi come jicotea, gallo, gallina de Guinea y codornices. Al gallo se convida a Elegguá.
Obras para defensa y salvación al pie de Oshosi
Antes de hacer esta obra, se debe sacar ile a Oshosi. Para ello, se debe tomar una cadena con siete eslabones y un candado con sus llaves y se ruegan al pie de los guerreros. Se le da una paloma a Oshosi y un gallo a Elegguá y Oggún.
Después se baña con cuatro hierbas de Obbatalá y el gallo se rellena. Luego se bota en la manigua con la ropa que se trae puesta. Posteriormente se ata la persona necesitada con la cadena y el candado, y se le ruega a Oshosi: «Antes que la justicia lo prenda, que lo prenda usted».
Es importante que antes de hacer esta obra se tenga a mano un pajarito vivo. Sin estropearlo, se limpia la persona necesitada y después se le amarra, en una pata, un pedacito de papel con el nombre del fiscal, del juez y el número de la causa, y se suelta. Sin embargo, si está a la espera de indulto se libera la avecilla en la secretaría de justicia. Cuando reciba el indulten, lo liberen o absuelvan, se le da un chivo a Oshosi.
Obra al pie de Oshosi para ganar un juicio
Cuando se tiene problemas con la justicia y se desea ganar un juicio, se puede realizar el siguiente ritual:
Se hace un círculo grande con siete velas de color naranja. Se escribe en ellas el nombre de la persona a la que se quiere ayudar y se unta miel a las velas de abajo hacia arriba.
En el centro del círculo se coloca una cazuela y se introduce la foto de la persona a la que se va a ayudar, la que también se debe untar con miel.
Se escribe con lápiz, en un papel de envolver marrón (en Cuba se le dice papel cartucho) nombre y fecha de nacimiento de la persona sometida a juicio. Del otro lado del papel se ponen los nombres del juez, abogados, número del juzgado, fecha de juicio y causa por la que se le acusa.
Se encienden las velas y se pide ayuda a Oshosi, defensor de las personas que tienen problemas con la justicia.
Al consumirse las velas, poner la cazuela junto con los restos de las mismas detrás de la puerta de entrada de la casa. Una vez pase el juicio, se tiran los restos a la basura.

Oshosi y el loro
El ashé para hacer a Oshosi un cazador efectivo lo guardaba su loro (odideé). El pájaro manchado se llamaba odideé ló kó’gbó ògú, lo que significa “el loro que junta la medicina usada para cazar”.
Antes de dejar la casa, Oshosi hablaba siempre con su mascota y le decía: «Loro, guíame más allá del miedo». El loro era siempre el primero en ser alimentado cuando Oshosi regresaba de cazar. En el día en que los animales desaparecieron del monte, Oshosi dejó su loro al cuidado de la abuela (iyaagbá). En todo el mundo nada era más amado por Oshosi que la abuela y él sabía que el loro estaría seguro mientras estuviera fuera.
Oshosi partió al monte a buscar caza. El primer día no encontró nada, ni el segundo, ni el tercero… Una semana pasó sin resultado alguno. Pasó un mes y nada, no había suerte.
Ante esta situación Oshosi había perdido la noción del tiempo y no quería regresar a su casa con las manos vacías, por lo que continuó su viaje por más tiempo y se internó cada vez más en el monte. Toda su atención estaba en hallar algún rastro mientras cazaba. Necesitaba comida para alimentar a su familia, a su familia en sentido amplio y a su aldea.
Un día Oshosi vio a la rata de los matorrales (ekúte) y se preparó para cazarla. Puso medicina de loro (odideé mata Oggún) en su flecha y cuando medicina de loro estuvo en su lugar, usó el poder de la invocación (ofo ashé) para pedir certeza en su puntería. De un solo disparo Oshosi atrapó a la rata de los matorrales.
Tomó al animal por la cola y se apresuró en llegar a su casa para dar de comer a todos aquellos que lo estaban esperando. Cuando llegó a su casa, fue directamente a la jaula del loro para ofrecerle algo de comida, pero el loro no estaba en su jaula. Todo lo que quedaba de él era su máscara y unas pocas plumas esparcidas.
Con mucho dolor y angustia, Oshosi corrió afuera pidiendo venganza a gritos y colocó la medicina del loro en la punta de su flecha. Cuando la sustancia estuvo fijada, usó el poder de la invocación para pedir que su flecha le diera a la persona que se había comido al loro. Así que Oshosi tiró de la cuerda del arco y disparó su flecha al cielo, y entró a la casa. Para sorpresa suya, la flecha había atravesado el corazón de la abuela. Desde este momento, aquellos que veneran a Oshosi le dicen: «Iba’sé Ode atá matáse», que significa «Alabo al cazador que nunca yerra su blanco».
Aclaración necesaria: En Ifá hay un proverbio que dice: «Si no importa a donde se va, da lo mismo cualquier camino». Esta sentencia proverbial apunta a todos aquellos que rechazan tomar seriamente el asunto de hallar su destino personal.
Dentro del contexto de Ifá y Osha, Oshosi es el guía hacia el camino más corto, que se pone en perfecto alineamiento con el destino de la persona.
El relato anterior sugiere que aquellos que buscan su camino más elevado, pueden verse saboteados por quienes están más cerca. En la historia sagrada de Oshosi, la abuela se come al loro porque tenía una necesidad personal de alimento. Ella ignoraba completamente el valor de la relación entre Oshosi y su pájaro.
En Ifá, en ocasiones se entrena al loro para que diga ciertas palabras claves, que son esenciales para el misterio del arte de la invocación (awo ofo ashe). Al utilizar un animal como instrumento de invocación, no se corre el riesgo de que la intención, detrás de las palabras dichas, sea obstaculizada por pensamientos inapropiados.
En el relato, el loro es la fuente del ashé de Oshosi, lo que significa que Oshosi lo utiliza para hacer la medicina que pone en su flecha. La abuela se comió loro ante la necesidad inmediata de alimento y eso trajo como consecuencia un efecto negativo sobre la capacidad de Oshosi de preparar la medicina en el futuro.
La ira de Oshosi ante a esta indiscreción lo compele a utilizar su poder contra la fuente desconocida de su cólera. Dice su invocación y se siente justificado de hacer lo que hizo. Al darse cuenta de quién era responsable de la muerte del pájaro, experimenta una profunda pena. Esto significa que no siempre el deseo de justicia trae el resultado deseado.
Como Oshosi es el elemento clave para situar a las personas en su camino de destino, desempeña un rol central en hacer valer la justicia contra aquellas fuerzas que bloquean el proceso de transformación espiritual.
Oshosi es quien trae la verdad respecto al que apoya el crecimiento individual y quien es el que estorba ese crecimiento. Oshosi trae esta verdad sin importar cuán dolorosa pueda ser.
Como hábil cazador que es, el papel de Oshosi es comprender e invocar a los espíritus del bosque como factor inicial en el proceso de vivir en armonía con el mundo.
Cuando los yorubas trajeron los orishas desde África al hemisferio occidental, la invocación de Oshosi permitió a los devotos emprender el proceso de alineamiento espiritual con aquellas fuerzas que estaban presentes en el nuevo medio ambiente. Esto incluiría el respeto por los antepasados que vivieron originalmente en el país. Por esta razón, muchos dicen que Oshosi se ha asociado a los espíritus nativos americanos, que son también guardianes de los países del continente.
Oshosi es castigado
Un día, un cazador llamado Oshosi capturó tres veces codornices para consentir a Olofin y las tres veces alguien soltó los pájaros y el cazador quedó en ridículo.
Cuando por fin entregó una codorniz en manos del Supremo Creador, este le dijo: «Pide un deseo y te será concedido». El joven cazador armó el arco con una de sus tremendas flechas y exclamó con furia: «Quiero que esta flecha atraviese el corazón de quien me robó las codornices».
En medio de un montecito de bambú estaba escondida Yemú, avergonzada por los ultrajes a que la había sometido su hijo Oggún. De su llanto habían nacido los ríos. Ella era con su grandiosa bondad, la que había liberado las codornices que apresara su hijo, a quien había criado a escondidas del padre. La flecha cruzó la inmensidad del cielo y fue directamente a su corazón.
Olofin al verla caer al suelo, la reconoció enseguida y exclamó:
–« ¡Has matado a mi mujer!»
Desconcertado por el hecho y sabiendo que el autor de aquel terrible crimen, Oshosi pensó: «He matado a mi propia madre», y se echó a correr rápidamente para buscar refugio.
Mientras tanto, del corazón de Yemú brotó un torrente tan fuerte que los ríos crecieron hasta convertirse en mares.
Oshosi corrió días y días hasta que, casado, se desplomó vencido a la orilla del mar. Al desertar escuchó la voz de Yemayá que le decía: «Necesitas tiempo para que se arreglen las cosas. Mientras tanto ve con tu hermana Oshún que vive en el río y ella te esconderá».
Por ese tiempo Oshún vivía con Inle, quien había instruido a Oshosi en los secretos de la medicina y la pesca. Así pasaron algunos años, hasta que un día Yemayá fue en busca de Oshosi para llevarlo ante su padre. Oshosi se postró, pidió perdón y Olofin decretó:
–«Como castigo a tu orgullo, trabajarás para siempre con tu hermano Oggún. ¿Tienes algo que decir?»
–«Sólo quiero que en gratitud a Oshún y Yemayá me deje poner un collar de cuentas azules y amarillas», dijo Oshosi.
–«Concedido, pero llevarás tres cauris (especie de caracoles) para que nunca olvides las codornices por las cuales mataste a tu madre».
Oggún y Oshosi pactan para toda la vida
Un cazador llamado Oshosi fracasaba cada vez que intentaba atrapar un venado. Sus flechas nunca acertaban sobre la presa. Era como si una mano oculta apartara los dardos de la dirección en que él las dirigía.
Algo similar le pasaba a Oggún, el dueño del bosque que, por su parte, preparaba continuamente trampas para agarrar al animal sin conseguir el resultado deseado.
Por eso, entre los dos, había surgido una rivalidad sin límites. Cada quien quería superar al otro en la caza del venado, pero todo era inútil. Ninguno de los dos lograba su objetivo. Después de tanto bregar, los dos se encontraron en la casa de Orula, donde habían acudido para buscar una solución al problema.
Orula les dijo que todo se debía a la mano de Elegguá, que no deseaba que los cazadores se hicieran amigos sin su presencia. Por eso debían ofrecerle un gallo al dueño de los caminos y rogar con un machete y una flecha para luego llevarlos al monte.
Los cazadores hicieron como les había indicado el respetable anciano. Cuando llegaron al monte a colocar el ebbó, salió un venado de gran tamaño. Rápidamente Oshosi arrojó la flecha y lo hirió de muerte, pero el animal huyó al monte. Entonces Oggún agarró el machete y se abrió paso entre la maleza para capturar al animal, que después compartieron amistosamente. Desde ese momento, Oggún y Oshosi viven juntos.
Oshosi y Oggún se hacen amigos
Aunque Oshosi es el mejor de los cazadores y sus flechas nunca fallan, hubo un tiempo en que no podía llegar a sus presas, porque el espesor del monte no se lo permitía. Así que desesperado fue a ver a Orula, quien le sugirió que hiciera ebbó.
Por ese entonces Oggún y Oshosi eran enemigos. Eshu había sembrado el odio entre ellos, pero Oggún tenía un problema afín con el que tenía Oshosi. Aunque nadie podía hacer los trillos en el monte con más rapidez que él, tampoco conseguía matar a sus presas y se le escapaban. Por este motivo, también fue a ver a Orula y recibió instrucciones de hacer ebbó.
De esta manera ambos rivales se internaron en el monte a cumplir cada quien con lo suyo; pero sin percatarse de lo que hacía, Oshosi dejó caer su ebbó encima de Oggún y discutieron fuerte. Sin embargo, Oshosi pidió disculpas y los dos se sentaron a conversar, a contarse sus dificultades y problemas.
Mientras hablaban, a lo lejos cruzó un venado, y veloz como un rayo, Oshosi se levantó y tiró una de sus flechas. Esta atravesó el cuello del animal y lo mató. «Ves», dijo Oshosi, «no lo puedo agarrar». Entonces Oggún blandió su machete y en un santiamén, hizo un trillo hasta el venado. Ambos muy felices llegaron hasta el animal y lo compartieron entre los dos.
A partir de ese instante, Oshosi y Oggún acordaron en siempre andarían juntos e hicieron un juramento en la casa de Orula. Por eso Oshosi el cazador anda siempre con Oggún el dueño de los hierros.
El pájaro para Olofi
Según la historia sagrada, cuando Oshosi vivió en la tierra como un ser humano, Elegguá le dio una tarea especial: tenía que cazar un pájaro extraño que Orula quería regalar a Olofi. Oshosi, que era un experto cazador, halló el ave sin ningún problema y la llevó a su casa, la puso en una jaula, y luego fue a decirle a Orula que tenía el pájaro.
Mientras Oshosi estaba fuera, su madre llegó a casa y encontró el pájaro en la jaula. Ella pensó que era para la comida, así que lo mató y luego se dirigió al mercado a comprar condimentos y otras cosas que necesitaba para cocinar. Cuando Oshosi llegó a casa, vio que el pájaro estaba muerto, y se molestó muchísimo porque esto y porque no sabía quién había hecho aquello.
Entonces decidió que tenía que ir a buscar otra ave de inmediato para que Orula pudiera darle a Olofi. Oshosi cazó un segundo pájaro y se lo entregó a Orula, pero esta vez, los dos fueron juntos a llevar el ave a Olofi.
Olofi se puso muy contento con el regalo y quiso retribuir a Oshosi, por lo que le dio una corona y en el acto lo hizo orisha. Olofi le preguntó además si quería otra cosa y el cazador respondió que sí, que quería disparar una flecha al aire y atravesar el corazón de la persona que había dado muerte a la otra ave.
Olofi, que lo sabe todo, entiendió el significado de las palabras de Oshosi, y volvió a preguntar si estaba seguro de que deseaba. -«Sí»-afirmó el cazador, y agregó: -«Quiero justicia»- y Olofi le concedió su deseo. Entonces Oshosi lanzó una flecha al aire y casi de inmediato se escuchó el grito de su madre. La flecha le había atravesado el corazón y la mató. Cuando Oshosi se dio cuenta de lo que había hecho, se sintió terriblemente triste, pero también sabía que se había hecho justicia.
Olofi supo entonces que Oshosi nunca dudaría en sancionar toda mala acción que se encontrara, y convirtió esto en trabajo de Oshosi, es decir, cazar la verdad y medir la justicia en el mundo.

OSHOSI MOTA
Oshosi Mota defiende el territorio, cazando los enemigos tanto materiales como espirituales.
OSHOSI KAYOSHOSI
Oshosi Kayoshosi mantiene al pueblo alegre, ya que con su vigilancia ningún ladrón está a salvo de este guardián. Aplaca las discusiones y las revueltas y vence las dificultades.
OSHOSI ALE
Oshosi Alé protege el territorio, cazando durante la noche a las brujas, los Egguns oscuros y a la gente malintencionada.
OSHOSI MARUNDE
Oshosi Marundé es además de cazador, un gran guerrero y médico. Conoce muchas hierbas con las cuales elimina enfermedades y aleja las dolencias.
OSHOSI IBUALAMO
Oshosi Ibualámo es un gran cazador, pero también un magnifico pescador. Se dice que tiene su morada en los lugares profundos del río. Entre sus herramientas están un arco, flecha y un rebenque.
OSHOSI OTIN
Oshosi Otín se considera femenino, aunque tiene una contrapartida masculina en los otros caminos de éste. Tiene las mismas características y virtudes. Otín es una gran cazadora y siempre acompaña a Oshosi, su hermano gemelo y marido. (Era costumbre que los hermanos gemelos se casaran entre ellos o con otros gemelos).
OSHOSI ONILE
Oshosi Onile ostenta supremacía, ya que como su nombre lo indica es el dueño del terreno y la casa donde los demás se asientan. Se le representa como al primer cazador que fundó la ciudad y ahora regresa trayendo consigo sus bendiciones.

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