Aganju es un poderoso orisha de la religión Yoruba, señor de los volcanes, asociado a los elementos tierra y fuego. Su nombre está ligado fuertemente al del guerrero Shangó, ya sea porque lo representan como su padre o su hermano. Aganju pertenece a la familia real divinizada de Oyo.
Aganju como orisha
Aganju, es un dios africano que pertenece al panteón Yoruba. Esta entidad representa a los volcanes dentro de la naturaleza, específicamente al volcán que desprende ardiente lava desde el interior de la tierra. Además de esto, Aganju representa las fuerzas y energías fenomenales contentivas en la naturaleza, entre ellas se pueden nombrar la fuerza de un terremoto y la furia que se desborda en el nivel del mar.
Aganju encarna la lava de los volcanes que se mantiene circulando vigorosamente a través del subsuelo y que luego sube a la superficie con gran fuerza y conjugan en un solo giro al cosmos y a la tierra todo dentro de él. El orisha Aganju es el bastón de las deidades Osha y Obbatalá. A pesar de ser el señor de los volcanes, su hábitat es la corriente del río, por lo que en lo humano se figura como un marinero de agua dulce.
Etimológicamente, Aganju tiene muchas variaciones en su nombre siendo conocido con los términos de Agayú yAganyú en varios países de América latina y como Aggayú dentro de su natal África. Según las escrituras de los tiempos remotos describen el origen de su nombre como proveniente de la tradición Yoruba Aganju, que significa desierto.
Es considerado como el Orisha regidor de los desiertos, que gobierna las tierras secas, pero también es el soberano de enfurecidos ríos. Por su relación con los volcanes y las lavas, este orisha se asocia con el fuego de carácter agresivo e iracundo. Pertenece a una familia de divinidades siendo el 6to Alafín en la línea de Òyó y se dice que su culto es originario de las tierras de Arará y Fon.
Como todo orisha, Aganju forma parte de rituales y ceremoniales donde los fieles seguidores le rinden culto y es coronado, para lo cual se presentan distintas formas de hacerlo. Una de estas formas, siendo la más directa cuando lo hace el mismo en Agaju. Dentro de la práctica de la santería Aganju también se puede coronar como Shangó u Oshúna, pasando a ser llamados como Shangó con oro para Aganju o también se le denomina como Oshún con oro para Aganju.
Basado en la tradición proveniente de Arara se realiza de forma directa, teniendo por otro lado que la tradición Lucumí contempla el hecho de hacer oro. Estos procesos han sufrido cambios a los largo de los años por lo que ahora se recomienda en cada sesión consultarle antes a Orunmila quien decide cuál es el mejor futuro de iyawó. La forma piramidal es su Ota si se coloca la corona en la cabeza con lo que debe estar atado debajo del río durante unos nueve días.
Entre otros atributos con los que cuenta el orisha Aganju está que su número es el Nueve junto a sus múltiplos. Dentro de sus gustos cuenta con que su color simbólico es el rojo oscuro aunque también siente gran afinidad por el blanco, utilizando para combinar los nueve colores menos el color negro. Dentro de la religión católica y otras se le sincretiza con San Cristóbal cuyo día de conmemoración es el 25 de Julio y también con San Cristóbal santo de la Habana Cuba, cuya fecha de conmemoración es el 16 de noviembre.
Características
Dentro de las características más distintivas con las que cuenta Aganju se encuentran en primer lugar su receptáculo, un elemento que un lebrillo de barro que tiene forma de batea, la cual también puede ser hecha con un material de madera. La misma aparece pintada con sus nueve colores favoritos menos el negro. Dentro de los atributos con los que cuenta Aganju podemos nombrar su Oché, una especie de hacha de dos pies de color roja y blanca y que usa en sus adornos los colores amarillos y azules.
Es un guerrero nato con gran energía por lo que en su haber tiene nueve herramientas de combate, dos receptáculos de buey, nueve mates, una mano de caracoles y un bastón de un color marrón caco son sus Elekes y también tiene una perla de un color particular con una tonalidad de azul turquesa o celeste. También tiene otras no menos importantes de colores roja, amarilla y verde.
Dentro de las ofrendas que se le hacen al orisha Aganju se encuentran frutas de todo tipo, en especial frutas dulces. También vegetales como la berenjena, maíz tostado, melado de caña, alpiste y las famosas galletas con manteca de corojo que es una de las favoritas y particularidades que tiene esta deidad africana. De igual forma se le da en ofrenda a manera de sacrificios animales como chivo, gallo, gallina de guinea, jicotea y palomas.
Sus ewe son platanillo de Cuba, zarzaparrilla, Bledo punzó, atiponlá, moco de pavo, curujey, baría, jobo, paraíso, álamo, y mar pacífico. Figuran como objetos de poder de Aganju un hacha de dos cabezas y una vara. Aganju lleva un traje contentivo de pantalones de color rojo intenso y porta en la cintura pañuelos multicolores que se le desprenden en forma de cinturón.
Con respecto a los bailes de este orisha, este da pasos largos levantando sus pies a un nivel tan elevado que pareciera como si caminara sobre las trabas. Un dato curioso que tiene entre sus características es que le gusta cargar a los niños sobre sus hombros. Los caminos de Aganju son: Aganju Kinigua; Aganju Larí; Aganju Babadina y Aganju Aggarí.
Dentro de los registros que se tienen de este orisha, Aganju aparece como el hijo de Oroiña, y como padre de Shangó, esto como producto de un romance que sostuvo con la diosa Yemayá, aunque a veces también figura como hermano del poderoso guerrero. También lo relacionan como padre de Orungán y como el amante de Oshanlá y Yembó.
Tiene 9 colores preferidos de los cuales destacan el blanco y el rojo este último tiene que ser en un tono muy intenso. El negro es el único de los colores que desecha. El número con el cual se identifica a Aganju es el 9 así como todos sus múltiplos y combinaciones, inclusive cualquier oración o ceremonial en su nombre debe realizarse por un lapso de nueve días para tener efecto y eficacia.
Muchos de los esclavos que fueron traídos de África hasta Cuba tuvieron miedo de perder sus raíces, causa a la que también se sumó el proceso de transculturación, y por lo cual cada uno de los santos o dioses africanos adoptó el nombre de un santo católico como medida para poder preservar sus raíces de una manera oculta. En el caso de Agunju adopto el sincretismo bajo el nombre de San Cristóbal.
Dentro de los elementos que forman parte de la vida del orisha Aganju están también los aspectos que caracterizan a sus hijos los cuales por un lado muestran un carácter impetuoso, irritable, violento, iracundo y físicamente fornidos con gran fuerza, mientras que por otro lado se muestran sensibles, encantadores y muy tiernos. Sienten debilidades por los más débiles por los que se hacen presa fácil de mujeres que aparentemente son ingenuas además que sienten fascinación por los niños.
Significado
El orisha Aganju tiene varios significados que se derivan de un concepto central como el señor de los volcanes. Aganju se asocia con la tierra rústica y cultivada, es considerado como el Señor de las cavernas y también gracias al contexto de su hábitat se nombra como un Marinero Omnipotente. Aganju significa fuerza y salud, es el orisha a quien se le pide para obtener estos favores. En su espalda lleva las pesadas cargas de los problemas, brindando la fuerza necesaria para superar obstáculos y resolverlos a favor.
Con todas estas consideraciones, Aganju se ha convertido en el defensor de los menos favorecidos, de los que se sienten oprimidos y han vivido esclavizados. Aganju significa la entrada que brinda el acceso al reino de lo oculto, lo desconocido, el paso hacia las profundidades que fueron naciendo a lo largo y ancho de este mundo. Pero no solo Aganju significa el acceso a la entrada, es también el soberano que da la aprobación para que se pueda acceder a aquellas áreas nunca antes exploradas y que se hacen en la mayoría de los casos inaccesibles.
Estos sitios ocultos y ubicados en las profundidades presentan climas hostiles, se ubican en contextos con características desérticas, es el paso hacia el ártico y el antártico. También se incluye en esa lista de lugares a grandes cavernas, montañas, grutas, minas, abismos, entre otros. Al ser traducido el nombre de Aganjú significa por un lado Agan que es estéril y Ju que denota desierto, un lugar deshabitado, desconocido e inexplorado.
Y es que esta característica describe como es el hábitat de Aganju, un lugar determinado dentro de las profundidades del océano, donde nadie aún ha llegado y tampoco se había habitado hasta ahora. Pero la participación de este orisha se vincula a la comprensión de la mente y emociones humanas, teniendo que la boca y la garganta son de Aganju, mientras que los miedos que interrumpen en la vida cotidiana le pertenecen a Aganju, así como las revueltas intestinales.
Se dice entonces que es gracias a su intervención que podemos llegar a aprender a redireccionar nuestras emociones, en especial las que están relacionadas a la violencia y actos irracionales. Entre los amores que se le conocen a Aganju están en los registros que este dios mantiene una relación intima con Oxum, teniendo que ambas entidades están vinculadas de diversas maneras.
Mientras que Aganju encarna la emoción bruta y grosera, Oxum encarna la profundidad de las emociones, donde tienen un rol principal tanto el elemento dulce como el amargo. Mientras que Aganju se activa para descubrir todo aquello que se mantiene oculto, Oxum se enraíza dentro de la cultura para iluminar la civilización. En un principio, el dios Aganju era el dueño del río y por amor se lo cedió a Oxum.
Cuenta la mitología que llegó un período donde nadie quería ayudar a Oxum, no tenía dónde vivir, y todos le dieron la espalda. Fue entonces cuando Aganju al darse cuenta de las condiciones en las que se encontraba Oxum, intervino para mejor su situación y le brindó su ayuda. Como dueño del río se le ofreció para que tuviese un lugar donde vivir y con ello simbólicamente Aganju se convirtió en la apertura a nuevas experiencias inesperadas e inexploradas.
El significado de Aganju es entonces el caudal natural al cual se da paso junto a la tecnología de Ogum, es el sentimiento de desafío que sirve como un impulso para descubrir. Aganju también significa planetas, estrellas, cometas, por lo que recibe el nombre de “Irawo” como un atributo para honrarlo, cuyo concepto es estrella. De igual manera las fuentes termales, los volcanes y las montañas de fuego le pertenecen.
Entre el grupo de orishas de la santería se ha hecho conocer el gigante. Aganju es el hijo de Oro Iná, con una característica de dualidad que dentro de algunas culturas se manifiesta como una entidad masculina y en otras tradiciones esta registrado como una deidad femenina. Cuando la energía desciende en forma de lava desde el interior de los volcanes, es cuando se proyecta con mayor fuerza este orisha. .
Tanto los ríos que dividen las tierras con su impetuosa fuerza, como los fenómenos de los terremotos le pertenecen. Después de su enlace con Yamayá recibió el nombre de Okere. Esta deidad forma parte de una trilogía junto a Olokun y Olossa siendo entonces Aganju encarnado en los rayos del Sol, Olókun representando las aguas saladas y Olóssa las aguas dulces.
Estas deidades establecieron un pacto donde los tres se comprometían a cuidar el equilibrio de la atmósfera dentro del planeta y por ende el ciclo de la vida, para que pueda transcurrir sin ningún tipo de inconveniente ni obstáculos. En algunos escritos se dice que Aganju fue el cuarto Aláàfin en la línea de Óyó, mientras que en otras escrituras aparece como el sexto.
Dentro de las diversas historias que se tejieron alrededor de su mito, existen algunas que indican que Aganju fue el rey de la ciudad de Saki, cercana a Ìséyìn, ubicada al noroeste de Òyó, ejerciendo un reinado muy próspero y largo. Entre los poderes que se le atribuye esta el dominio sobre los animales salvajes y también las culebras venenosas.
Cuando se encontraba en su reino se le podía ver a Aganju cuidando de un ekun, un animal felino de la familia de los leopardo, el cual se convirtió en su animal preferido además de representarlo como un símbolo de coraje. Aganju fue el tercer Orisha designado para venir a la tierra, convirtiéndose en una poderosa fuerza, similar al poder del Sol, y convirtiéndose en un elemento esencial para el crecimiento.
Al igual que la lava que los volcanes crean a las islas, Aganju se encargaba de construir las bases sobre las cuales se da origen a las sociedades. Se dice que el cielo representado por Obatalá se unió con la Tierra y de esta unión surgieron dos hijos, siendo uno de ellos Aganju, representando la tierra firme, y la otra fue Yemanya, dueña de las aguas. A su vez de la unión de estas dos deidades se desprende el Orungá que es el aire.
Muchas veces se le asocia con Shangó, vinculando e incluso llegando a confundirlo en el caso de sus características en especial lo referente a las batallas, las fuerzas y como guerrero. Aganju es un orisha que participó de la creación de la tierra, soberano de los volcanes y las grandes montañas. Aunque lo relacionan sentimentalmente con Yemayá, también lo relacionan con Ogum, por la cual siente gran afinidad. El vestuario de Aganju también es contentivo de una simbología en particular por sus colores rojo y azul.
Xango Aganju
Cuando hablamos de Xango Aganju, nos referimos a la unión que existe entre Shangó y Aganjú, donde son tratados como si fuesen dos hermanos gemelos. Es por esta razón que deben ser atendidos cada uno por igual, aunque la cabeza le pertenece a ambos. En el caso de Shangó, este habría sido el cuarto rey de Òyó.
Al morir ahorcado, su medio hermano llamado Dada Ajaka tomó el trono, razón por la cual los embajadores de Shangó se trasladaron hasta las tierras de Tapas con la intención de conseguir el paradero de Aganju que es tomado como su gemelo. Cuentan que Aganju acudió al llamado de los ministros de Shangó y destronó a Ajaka convirtiéndose en Rey de Òyó.
A partir de aquellos tiempos se instauró entonces el culto a Shangó en Oyo, considerándose a Aganjú como si fuese el propio Shangó, a quien señalaron como el que volvió de su tumba para gobernar nuevamente a través de su hermano Aganju. Gracias a que Aganju adquirió en la región de Tapa conocimientos sobre la pólvora y sus usos, este atributo despertó gran admiración entre los súbditos por lo que fue reconocido como el Rey de los volcanes, las explosiones y el fuego.
Se dice que estas mismas cualidades las ostenta su hermano Shangó, convertido en un Orisha para luego fusionarse ambos un uno solo. La fusión entre estos dos dioses africanos se le conoce con el nombre de Obadimeji que significa que El rey es doble. El surgimiento del guerrero Shangó y de su hermano gemelo quedo asentado dentro del Odu Okanran meji.
Ibeji
Con el nombre de Ibeji es referenciada la fusión de orishas gemelos, tales son los casos de Shangó Aganju y de Oxum Epanda de Ibelis, denominados también como jimaguas. Los Ibeji encarnan los elementos que brindan la buena fortuna, la suerte y la prosperidad en abundancia. Entre sus características están que tienen la capacidad de poder rescatar a las personas de las manos de la muerte y librarlos de todo lo malévolo.
Tienen como tarea resguardar los caminos por lo que se vuelven protectores de viajeros y transeúntes. Uno de los símbolos más distintivos e importantes que tienen los Ibeyis son los tamborcitos, los cuales se dicen que usaron para vencer a Abita. Se le puede observar representado bajo tres combinaciones intercambiado las figuras, es decir, puede ser una de hembra y un varón, dos de varón o dos de hembras.
Los Ibeyis o jimaguas no son más que orishas gemelos, también conocidos como los Orishas menores. Entre sus cualidades se encuentran que tienen afinidad por los niños por lo que se convierten en protectores de ellos y asumiendo en la mayoría de los casos sus mismos comportamientos de traviesos, juguetones y golosos. Se dice que habitan en lo alto de la palma y son los consentidos del resto de los Orishas.
Los Ibenyis reciben distintos nombres indistintamente de sus combinaciones o si son varones o hembras. Algunos de los nombres que reciben son Oraún, Ono Nibeyi e Idobe; Araba y Aína; Taewó y Kaindé; Adén Alabba, Ibbó e Igué; Olorí y Oroina; Alawa Kuario y Eddún; Olón, Itaguo e Idoú, entre otros.
El nombre Ibeyi es originario del Yoruba Igbó que significa contiene y meyi que significa dos. Se dice que utilizando unos tambores mágicos que les otorgó la diosa Yemayá, salvaron a los hombres venciendo a Olosí, así como también a Obbatalá en Dahomey.
El número con el cual se identifican los Ibeyis es el 2 junto a sus múltiplos, y sus colores representativos son el rojo y el blanco, el azul y el blanco, el blanco y el celeste, los amarillos y rojos, y así sucesivamente todos los colores con la excepción del negro. Son parte de sus atributos el nacimiento de la vida, la firmeza y el ashe. La conmemoración de su día es el sábado.
Entre otros elementos característicos figuran que son los protectores del embarazo y de los infantes hasta que alcanzan la edad de los 8 años. Ayudan a los pequeños en lo referente con su crecimiento, manejo de la agresividad, insomnio, el estudio y falta de apetito. Sus ofrendas son amala dulce, frutas varias, bebidas azucaradas y muchos juguetes.
Como dato curioso se dice que Obatalá le concedió su vista buena a los Ibejis así como sus bendiciones. Del mismo modo, convocó a todos los reinos y a las deidades para que los bautizaran. A la convocatoria solo respondió Osania quien se convirtió entonces en el padrino y protector de los ibejis.
Agayu es uno de los orishas menos conocidos, es considerado un orisha de la tierra seca y del desierto, se dice que es el patrón de los caminantes y cargadores. Agayu es el padre de Shangó, éste vive en la palmera y le gusta llevar niños en sus hombros, simboliza los poderes del río y los terremotos, tiene un carácter guerrero e irritable. Si quieres conocer todo lo relacionado con Agayu es el mejor momento, pues en este artículo te detallamos todo sobre este personaje.
Agayu como orisha
Su nombre proviene del yoruba aginjù que significa literalmente “el que cubre el desierto con su voz”. Hay varias formas de coronar a este Orisha se puede hacer directamente Aggayu o puede ser coronado Shangó u Oshun, esto se llama hacer Shangó con oro para Aggayu u Oshun con oro para Agayu. Coronar directamente es algo de origen arará, mientras que la tradición lucumí es más de hacer un oro, aunque esto ha estado cambiando y lo que se recomienda es preguntarle a Orunmila, qué es lo mejor para el futuro iyawó.
Agayúshun que también es escrito Agganyu, Agganju, Argayú o Agayu Solo, es el orisha de los volcanes, también es el barquero que ayuda a las personas a cruzar el río y algunos linajes; dicen que Agayu es el orisha de los desiertos. Existe cierta confusión acerca de si Agayu es el padre o el hermano menor de Shangó, pero en la Iglesia de la Santería de los Orishas lo consideran el padre de Shangó.
Agayu es en gran medida un orisha padre protector, que apoya y da fuerza a la vida de una persona y se considera el bastón o apoyo de la Osha de una persona. Tiene un temperamento muy fuerte, es más éste es conocido por perder la cabeza con mucha facilidad. Agayu y Shangó se consideran inseparables de muchas maneras y es interesante observar que los Olorishas que son coronados Shangó, reciben Agayu en su ceremonia de Kariocha.
Se cuenta que Agayu es responsable de crear nuevas tierras a través de las fuerzas del vulcanismo, la tectónica de placas y el lavado de los ríos y el depósito de sedimentos en nuevas áreas, Existen diversas leyendas que hablan sobre su arduo trabajo a través de las tierras, construyendo nuevas montañas, tallando los caminos de los nuevos ríos y sus diversas relaciones con varias de las orishas femeninas.
En particular, Agayu tiene un profundo enamoramiento y amor por Oshun, una leyenda recuerda un momento en que Agayu transportaba personas a través de un río y se cayó, éste no podía nadar y rápidamente comenzó a ahogarse, fue Oshun quien ayudó a sacarlo del río con un remo y le salvó la vida, se dice que Agayu se enamoró de Oshun a partir de entonces.
Agayu no tiene caminos como algunos de los otros orishas y esto es debido a su singular naturaleza; parte de la confusión sobre si Agayu es el padre o el hermano de Shangó se debe al hecho de que había personas vivas llamadas Aganyu que también eran Alafin de Oyo, como Shango. (Ver articulo: Ofrendas a Oya)
Si bien la práctica habitual en los tiempos modernos es que todos los sacerdotes de Shangó recibirán Agayu en su iniciación de kariocha, la mayoría de los otros olorishas, no reciben Agayú en su inicio, sino que normalmente se recibe más tarde como un orisha addimú.
Aggayu no es coronado directamente a la cabeza de una persona en la ceremonia de kariocha, sino que se inicia a través de un proceso ritual único llamado “Shango oro Aggayú”, en el que el Shangó se coloca sobre la cabeza del iniciado y Agayu se coloca sobre el hombro del iniciado. Hay muchas razones citadas para esta práctica y es que algunos afirman que la energía de Agayu es demasiado volátil para coronarse directamente sobre la cabeza de una persona, otros dicen que no puedes coronar a Agayu en la cabeza de una persona porque él no fue a la casa de los padrinos.
Su historia
Son muchas las historias que se dan en torno a Agayu, una de ellas cuenta como Shangó proclamaba a todos los pueblos de la tierra su religión, pero nunca podría acercarse a una tierra en donde truena y tiembla y que siempre estaba cubierta por gases incandescentes, estaba ansioso por entrar en esa tierra para proclamar la religión de Osha, luego fue a la casa de Orunmila y ésta le dijo que debía ir a la orilla de un río. Shangó hizo todo lo que Orunmila le dijo y cuando conoció a Elegba este le dijo a Shangó que después de eso, el río allí era un valle muy fértil, donde había una ciudad y donde las personas que vivían allí no tenían un sentido fijo de lo que tenían porque estaban distraídos, fuera cual fuera el problema el rey de ese lugar hablaba con los sujetos desde lejos, como para no ser visto.
Shangó estaba intrigado y le preguntó a Elegba cómo es posible que un pueblo tenga un rey a quien no conocen ni ven; Shango decidió ir a ver si lograba ver al rey, ya que Elegba le dijo que el rey iba por la tarde a la orilla del río para refrescarse y que había una persona que lo estaba esperando y que ella sabía dónde vivía.
Al atardecer, Shangó llegó al río y poco después de estar allí, escuchó un fuerte ruido, como un rugido y vio a una mujer que corría por la orilla opuesta del río, poco después vio llegar a un hombre muy grande, que se sumergió de inmediato, el humo caía sobre él y la mujer esperó a que saliera a la superficie del río y comenzó a verter agua en su cabeza para refrescarlo. Shangó que estaba observando todo, comenzó a gritarles para que lo vieran y cuando lo miró, le preguntaron qué quería y Shango le respondió. Agayu, ese era el rey, sacó una palmera y la usó como un palo para cruzar Shangó de un banco a otro, después de cruzarlo, se llevaron a cabo las presentaciones pertinentes y le preguntaron a Shango qué era lo que quería y él respondió que quería saber de su pueblo. Shangó fue a la aldea y observó que sus habitantes se estaban comportando sin control y vio cómo Agayu no se acercaba a ninguno de ellos, cuando Shangó preguntó a que se debía la actitud de la gente, Agayu le dijo: Ven a mi casa y verás por qué, y así es como Shangó observó que Agayu vivía en el volcán.
Agayu se sorprendió al ver a Shangó caminando sobre la lava sin quemarse y le preguntó cómo no se quemó, Shangó le dijo: Soy el único hijo de Iyamese y ahora quiero arreglar esta ciudad. Aggayu, Shangó y Oshun hicieron un pacto, de modo que Shangó y Oshun tenían el mismo derecho de resolver las cabezas de los hijos de Agayu, siempre y cuando no pudieran hablarle directamente.
Para sellar el pacto, Agayu le sirvió a Shangó, akuko meyi, etu y eyele y lo pintaron en la cabeza bajo la corona de Shangó, una línea roja y blanca donde Shangó servía a Aggayu, etu, akuardo, oka, olele, ekru, aro y para que todos conozcan el pacto, cuando el volcán hace erupción por primera vez viene la vela que es Shangó y luego la lava que es Agayu.
¿Cómo atenderlo?
Los santos que cada persona reciba deben ser atendidos según la indicación y lo que les gusta a cada orisha, en el caso de Agayu se le debe atender los días miércoles, se le atiende dando ofrendas, estas ofrendas se deben hacer con la comida que más le gusta a él.
A Agayu se le ofrenda todo de número 9 y sus frutas son de todo tipo, aunque la que más le gusta es la piña, también se le ofrece otro tipo de comida como son las palanquetas de maíz tostado, melado de caña, berenjenas, alpiste y galletas con manteca de corojo.
Hay casas de santos que le ponen 9 bolas de plátano pintón sancochados con corojo y se le pone en su receptáculo, en algunos casos se les inmola amala y se le cocina espinaca, carne de res, 3 galletas de sal, 3 aguacates morados, se le pone maíz tierno con camarones y ensalada del obispo; finalmente hay quienes le soplan o le ponen en una copa vino tinto o vino blanco. Se le sacrifican chivos, gallos, gallinas de guinea, jicoteas y palomas, el pollo es su preferido y alguna casa de santos le sacrifica codornices.
Sus montes son Bledo punzó, atiponlá, moco de pavo, baría, platanillo de Cuba, zarzaparrilla, paraíso, álamo, jobo, curujey y mar pacífico.
¿Cómo se recibe a Agayu?
Por lo general, es común que los orishas se coronen directamente por la cabeza, pero en el caso de Agayu, esto no es así ya que se inicia a través de un proceso ritual único llamado “Shangó oro Agayú” y es que en este ritual se corona a Shangó en la cabeza de la persona que se está iniciando y Agayu se coloca en el hombro.
Se cuenta que las razones de esto son muchas, pero una de la principales es que se dice que la energía de agayu es muy volátil y por tanto no se puede colocar en la cabeza de una persona.
Existen otras personas que mencionan, que no se puede coronar a Agayu en la cabeza de una persona porque no se subió a la cabeza del padrino, finalmente hay quienes aseguran que la adoración del orisha shango eclipsó y superó a la de Agayu.
Collar a Agayu
Cada Orisha posee un collar de un color y forma específicos. El “hijo” de la Orisha debe llevarlo alrededor de su cuello, estos no deben guardarse en el bolsillo o en el bolso o dentro de un pañuelo con bolitas y se debe tener mucho cuidado de que estos no se enreden.Cuando no se usan, deben colocarse en la sopera de la Orisha y caso de que no haya soperas, deben colocarse cuidadosamente sobre un paño blanco.
Los collares deben ser tratados con respeto una vez que los haya recibido, no deben ser usados en bares y clubes nocturnos y por supuesto, cuando esté participando en actividades sexuales, tampoco se deben usar durante el sueño como regla general, porque se romperán durante los movimientos inconscientes del cuerpo durante la noche, del mismo modo, no deben usarse en las duchas o mientras se bañan en el mar o río, ya que el agua hará que se rompa la cuerda que ha absorbido el dolor.
Muchas veces un collar se puede romper de forma espontánea, no se alarme cuando esto ocurra, ya que generalmente el Orisha representado por el collar, le está quitando algo negativo a la persona y la mayoría de las veces el collar es reemplazado por otro.
Estos collares de cuencas y pulseras pueden ser usados por el hombre o la mujer para ayudar a lograr su objetivo para el problema en cuestión.
Ahora bien, el collar de Agayu tiene un collar bastante sencillo, el número de marcas de este orisha es el nueve o sus múltiplos hasta llegar a dieciocho. Los collares se realizan por lo general en color carmelita o cacao, aunque también se pueden alternar otros colores como el azul turquesa, el rojo oscuro, el amarillo, el verde y el rojo; existen diversas variantes de armado del collar, a continuación se mencionan alguna de estas variantes.
El collar se inicia con una cuenta blanca grande y luego se le colocan nueve de color rojo y ocho de color amarillo y este proceso se repite hasta obtener el tamaño deseado, es importante que el collar se cierre con una cuenta blanca grande.
Otro tipo de collar es el que empieza con nueve cuentas de color cacao y luego se coloca de color rojo y azul turquesa o también verde y amarillo, se repite la secuencia hasta acabar.
¿Cuáles son sus colores?
Cada orisha tiene uno o varios colores a través del cual o de los cuales se representan y estos colores son los que normalmente se usan para rendirle culto y hacerles las ofrendas, en el caso de Agayu su color es el rojo oscuro y el blanco, aunque hay quienes aseguran que a este orisha le gustan los 9 colores menos el negro.
Adimu para agayu
El adimu o adimo, proviene de la palabra yoruba compuesta que se define de la siguiente forma:
A: Quien
Di: Transforma
Mú: Absorbiendo
El adimu, es como una especie de ofrenda que se le hace a los Osha o santos, se dice que estos lo absorben hasta consumir la espiritualidad de los mismos. Estas ofrendas son alimentos y se utilizan para mantener el cuidado de las relaciones que los hombres mantienen con los antepasados o con ciertos espíritus. (Ver articulo: Ochosi)
En el caso de Agayu, se le ofrecen diversos tipos de alimentos como lo son las frutas, su preferida es la piña, además también se le ofrece palanquetas de maíz tostado, berenjenas, melado de caña, galletas con manteca de corojo y alpiste. A continuación se describen los dos adimos que más les gusta recibir a Agayu.
Amalá Ilá para Aggayú
Amalá ilá es una maravillosa ofrenda para Agayu y es una de sus cosas favoritas para comer. Se prepara utilizando harina de maíz amarilla y 9 vainas de okra enteras, para hacerla se comienza con colocar a hervir tres tazas de agua, se sazona el agua con una pizca de sal y se mide una taza de harina de maíz, las okras se cortan en trozos y se reservan mientras se bate continuamente el agua hirviendo, se agrega lentamente la harina de maíz con la mano. Es importante batir la mezcla constantemente para que no se agrupe mientras se incorpora al agua, una vez que se haya agregado toda la harina de maíz se colocan todas las okras, un poco de aceite de palma roja para sazonar, se reduce la temperatura y se cocina a fuego lento.
Se debe remover regularmente para evitar que se queme en el fondo, se debe dejar unos 10 minutos aproximadamente para que se cocine la harina de maíz, cuando está listo se sirve en un tazón y se decora la parte superior con las nueve piezas restantes de okra.
Coloque el lebrillo de Agayu sobre una estera de hierba y coloque el tazón de amalá ilá a su lado; La ofrenda se deja allí por el tiempo indicado y una vez que haya llegado el momento, se retira la amalá ilá y se desecha al borde de un río con 9 centavos.
Piña para Aggayú
Una piña fresca entera es un adimo fácil y delicioso para dar a Agayú; simplemente compre una piña entera, lávela bien, luego corte la parte superior y déjela a un lado, luego retire la parte inferior de la piña y deséchelo, retire con cuidado la cáscara externa de la piña y también deséchela, coloque la piña recién pelada de lado y córtela en 9 rebanadas, coloque la parte superior de la piña en una bandeja y coloque las nueve rodajas de piña alrededor de la parte superior con hojas. Finalmente ponga un poco de aceite de palma en el centro de cada rebanada, coloque el lebrillo de Agayu sobre una estera de hierba y coloque el plato de rodajas de piña a su lado como ofrenda, deje el adimu en el lugar por el tiempo requerido, luego deséchelo en la naturaleza con 9 centavos.
Lebrillo de Agayu
El receptáculo es una especie de envase u olla donde se le colocan las ofrendas de comida a los santos, en el caso de Agayu su receptáculo es lebrillo de madera o de barro.
Ahora bien, el lebrillo es un recipiente de barro muy tradicional, que tiene una forma de tronco de cono invertido, es una especie de plato hondo pero de mayor tamaño, éste tiene muchos usos dentro de la cocina y adicionalmente son usados también como un objeto decorativo, aunque también hay quienes los usan para su higiene personal y doméstica.
El lebrillo de Agayu debe estar decorado con sus nueve colores, se dice que cuando se asienta debe llevar nueve herramientas que acompañan a la piedra o fundamento.
Sus herramientas
Originalmente este orisha no tenía herramientas, porque representa una fuerza que es invencible contra todos los elementos de la tierra, sólo tenía que tener sus otanes, que en un momento sólo se tomó de una piedra de lava, más tarde le dieron tres herramientas, un bastón, una flecha y una lanza. Con el bastón, él podía cargar con el peso de aquellos que lo necesitaban, que los llevaría a través de los momentos más difíciles y podría contar con él, las otras dos herramientas son para mostrar su poder sobre la tierra.
Hay casas donde Aganyú maneja un hacha doble única, con un mango como ancla como su herramienta. Él nos enseña la importancia de ser fuertes, constantes y sensatos en la vida, y nos apoya a través de pruebas y tribulaciones.
Características de sus hijos
Los hijos de Agayu son conocidos por tener un carácter bastante fuerte y es que estos son decididos en lo que hacen, se comenta que también tienen mucha ambición, son prudentes, líderes y perseverantes.
Una de sus características más importantes es que son personas muy serias, metódicas y muy tradicionalistas, también son considerados personas con un gran sentido de la individualidad, realistas, organizados, ordenados y pragmáticos.
Entre sus defectos, si se le puede decir así, tenemos que los hijos de Aguyu son mentirosos, obstinados, pesimistas, fatalistas, melancólicos, tienden a ser muy rencorosos y es que estos tienen un carácter muy frío y reservado, en ocasiones suelen ser personas con pocos detalles, son tacaños, mezquinos, aguafiestas, de principios rígidos, egoístas y dominantes.
Tratado de Agayu
El tratado de Agayu es un texto en donde se hace la descripción detallada de diversos rituales y ceremonias que se le hacen a este orisha, como lo son la consagración del fundamento, la ceremonia de las nueve lunas y los procedimientos con el Iyawo y el trono de Agayu, se explican los complejos pasos para hacer Agayu directo, incluyendo la participación de cada consagrado en este propósito.
Recordemos que normalmente, se recibe a Shangó primero para luego poder recibir a Agayu, pero en el tratado se explica de forma detallada cómo se hace para recibir de forma directa a Agayu, es un ceremonia compleja pero si se hace con los pasos que se describen en el tratado, seguramente se logrará con éxito.
Este tratado también explica y muestra el Osain de Agayu y el Inshe Osain de Iré, de esta deidad con sus respectivas cargas se da una descripción amplia del Orisha en cuestión, así como de la necesidad de recibir Oroiña, detallándose como se procede.
¿Cuál es su día?
El día de Agayu son los miércoles y 16 de cada mes, adicionalmente en la cultura yoruba existe lo que ellos denominan sincretismo y esto no es más que una mezcla entre las creencias católicas y es que se cuenta que los esclavos africanos debían fingir que aceptaban a las imágenes de los católicos, por lo que éstos lo relacionaban a través de las semejanzas con los orishas.
En el caso de Agayu éste sincretiza con San Cristóbal, cuyo día es el 25 de Julio.
Aggayu y Oshun
Como hemos descrito con anterioridad, Agayu era un hombre muy corpulento y gigantesco, con las características que puede tener un viajero incansable, se cuenta que un día este llegó a las orillas de un río donde estaban aglomeradas un poco de personas y éste se dispuso a cruzar el río.
Se dice que Oshun decidió impedir que éste pasara y cuando Agayu colocó sus pies en el río, ésta revolvió las aguas con tanta fuerza que golpearon los tobillos de Agayu y este perdió el equilibrio y se cayó aparatosamente, cayendo en el fondo fangoso; todas las personas presentes comenzaron a burlarse de éste.
Agayu permaneció varios días a la orilla del río, aun cuando la gente ya se había ido, éste estaba decidido a cruzarlo, fuese como fuese, pero cada vez que lo intentaba Oshun revolvía las aguas.
Agayu ya con la paciencia agotada, pensó que no había mujer que pudiera contra él, así ésta fuera la dueña del río, así que esperó a que las aguas estuvieran tranquilas, ya que esto era una señal de que Oshun se había dormido.
Entonces Agayu agarró un inmenso árbol y con sus brazos lo arrancó de la tierra con todo y raíces, el mismo lo cargó contra el río, en ese momento Oshun despertó sobresaltada ante el retumbar de los pasos del gigante y al verlo venir tan enfurecido se asustó tanto que no se acordó de revolver las aguas y de esta manera Agayu logró llegar a la otra orilla, éste aventó el árbol y decidió que debía hacer las paces con Oshun; se cuenta que desde ese día ambos se convirtieron en grandes amigos. (ver articulo mitologia irlandesa)

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